Las hembras de Charaxes jasius ponen los huevos muy aislados sobre las hojas del madroño, a las que quedan adheridos gracias a una secreción producida por las glándulas coletéricas.
Los huevos recién puestos son verdes, más tarde oscurecen y va apareciendo una banda marrón alrededor del micropilo.
Cuando se produce la eclosión del huevo, lo primero que hace la pequeña oruga es comerse la pared quitinosa del huevo. Después se alimentará de las hojas del madroño.
Las orugas son muy voraces y pasan el día comiendo los bordes de las hojas más tiernas.
En poco tiempo llegará el momento de la primera muda. La muda o ecdisis es un delicado proceso controlado por hormonas en el que la oruga se desprende de su cubierta quitinosa, crece rápidamente y genera una nueva cubierta de mayor tamaño.
Orugas de 1ª y 2ª edad instantes antes de la muda. Se puede observar la cápsula cefálica muy pequeña y la zona inmediatamente posterior de color oscuro.
Orugas de 2ª y 3ª edad recién mudadas, a su lado se pueden observar las cápsulas cefálicas anteriores, cuyo tamaño y tonalidad pueden compararse con las nuevas.
Oruga que ya ha perdido la muda y aún porta la cápsula cefálica antigua por delante de la nueva
Después de mudar, la oruga suele comerse los restos quitinosos de la muda, pero no la cápsula cefálica.
Instante en el que se está produciendo la muda de la oruga de 3ª edad.
La nueva cápsula cefálica se está formando detrás de la antigua y se puede apreciar como se desliza hacia atrás la anterior cubierta quitinosa ya por detrás de los ocelos.
La muda se ha perdido ya completamente y yace sobre las fibras de seda que la oruga ha extendido sobre la superficie de la hoja.
La oruga de 4ª edad de Charaxes jasius presenta un impresionante aspecto de dragón con sus cuatro apéndices cefálicos dirigidos hacia atrás, su grueso cuerpo cubierto de puntos blancos y sus dos ocelos dorsales amarillo-azulados.
Posee tambien dos lineas laterales blancas (a la altura de los espiráculos de las tráqueas) y dos cortos apéndices caudales.
A lo largo de su desarrollo ha ido pasando por etapas de crecimiento reguladas por la hormona juvenil y procesos de muda controlados por la hormona ecdisona.
Dedica la mayor parte del día a comer y solo descansa durante breves periodos de tiempo, apoyada solamente en las propatas abdominales, sobre el tapiz de seda que la oruga extiende cuidadosamente sobre la superficie de la hoja.