domingo, 30 de noviembre de 2008

LA PUESTA, LA ECLOSIÓN DEL HUEVO, LAS MUDAS Y EL CRECIMIENTO DE LAS ORUGAS de Charaxes jasius L

El madroño, Arbutus unedo L, es un pequeño árbol o arbusto de la familia de las Ericáceas que se caracteriza por poseer blancas flores urceoladas, en panículos colgantes, que se abren de octubre a diciembre y vistosos frutos comestibles de color escarlata. Sus hojas coriáceas y persistentes son el alimento de las orugas de Charaxes jasius L.

































































Las hembras de Charaxes jasius ponen los huevos muy aislados sobre las hojas del madroño, a las que quedan adheridos gracias a una secreción producida por las glándulas coletéricas.























Los huevos recién puestos son verdes, más tarde oscurecen y va apareciendo una banda marrón alrededor del micropilo.
























Cuando se produce la eclosión del huevo, lo primero que hace la pequeña oruga es comerse la pared quitinosa del huevo. Después se alimentará de las hojas del madroño.





















Las orugas son muy voraces y pasan el día comiendo los bordes de las hojas más tiernas.
En poco tiempo llegará el momento de la primera muda. La muda o ecdisis es un delicado proceso controlado por hormonas en el que la oruga se desprende de su cubierta quitinosa, crece rápidamente y genera una nueva cubierta de mayor tamaño.






















Orugas de 1ª y 2ª edad instantes antes de la muda. Se puede observar la cápsula cefálica muy pequeña y la zona inmediatamente posterior de color oscuro.





















Orugas de 2ª y 3ª edad recién mudadas, a su lado se pueden observar las cápsulas cefálicas anteriores, cuyo tamaño y tonalidad pueden compararse con las nuevas.

















Oruga que ya ha perdido la muda y aún porta la cápsula cefálica antigua por delante de la nueva





















Después de mudar, la oruga suele comerse los restos quitinosos de la muda, pero no la cápsula cefálica.
















Instante en el que se está produciendo la muda de la oruga de 3ª edad.
La nueva cápsula cefálica se está formando detrás de la antigua y se puede apreciar como se desliza hacia atrás la anterior cubierta quitinosa ya por detrás de los ocelos.




















La muda se ha perdido ya completamente y yace sobre las fibras de seda que la oruga ha extendido sobre la superficie de la hoja.
Tan solo queda ya desprenderse de la cápsula cefálica y el proceso habrá concluido.




















La oruga de 4ª edad de Charaxes jasius presenta un impresionante aspecto de dragón con sus cuatro apéndices cefálicos dirigidos hacia atrás, su grueso cuerpo cubierto de puntos blancos y sus dos ocelos dorsales amarillo-azulados.























Posee tambien dos lineas laterales blancas (a la altura de los espiráculos de las tráqueas) y dos cortos apéndices caudales.
























A lo largo de su desarrollo ha ido pasando por etapas de crecimiento reguladas por la hormona juvenil y procesos de muda controlados por la hormona ecdisona.




















Dedica la mayor parte del día a comer y solo descansa durante breves periodos de tiempo, apoyada solamente en las propatas abdominales, sobre el tapiz de seda que la oruga extiende cuidadosamente sobre la superficie de la hoja.





















Las orugas, provistas de fuertes mandíbulas, son auténticas "máquinas de comer", al final de su desarrollo, pueden llegar a alcanzar ¡¡¡unas diez mil veces su peso inicial!!!

LA TRANSFORMACIÓN DE ORUGA EN CRISÁLIDA MARIPOSA DEL MADROÑO Charaxes jasius L























Cuando ya la oruga ha llegado al límite de su desarrollo, entra en una fase muy estática.































Pronto tejerá una pequeña almohadilla de seda y se fijará a ella por la parte posterior






























Permanecerá así colgada y enrollada bastante tiempo y luego comenzará a estirarse, produciéndose pequeñas contracciones.






















































































Cada vez serán más fuertes las contracciones y como consecuencia de estas, se rasgará la cubierta quitinosa de la oruga por la parte cefálica dorsal .


























































Poco a poco la cubierta quitinosa se irá recogiendo arrastrando hacia arriba la última cápsula cefálica de la oruga.

 
























































Finalmente la quitina plegada se sitúa en la parte alta alrededor del cremáster




























































Tras una serie de "contoneos" caerá al suelo la cubierta y en la crisálida se irán produciendo pequeños cambios de morfología bajo control hormonal.































La zona alar aumentará mucho de tamaño, mientras que la zona abdominal se irá reduciendo y abombando
































































En la crisálida, de color verdoso, se adivinan ya las formas del futuro imago que más tarde surgirá de ella. Pero antes se producirán en su interior profundos cambios histológicos, imprescindibles para la culminación del proceso.



LA ECLOSIÓN DE LA CRISÁLIDA DE LA MARIPOSA DEL MADROÑO Charaxes jasius L





























Cuando la cubierta quitinosa de la crisálida se vuelve transparente, ha llegado el momento de la eclosión. La crisálida se rasga por la línea anterior de las alas y el imago sale por la abertura agarrándose a la quitina ya vacía.





















































































La mariposa al principio presenta el abdomen muy engrosado y las alas muy pequeñas y arrugadas.


























































A partir de ese momento comenzará a bombear la hemolinfa hacia las venas alares y poco a poco se irán desplegando las alas
 



































































































































































































En pocos minutos se secarán las alas y la mariposa del madroño estará preparada para volar y reproducirse de nuevo.